Una mascarilla de tela homologada tiene los mismos beneficios o más que una quirúrgica o FFP2

Desde que Alemania y Austria declararon el uso obligatorio de la mascarilla FFP2 o la quirúrgica en supermercados, comercios y transportes públicos, y Francia prohibió las mascarillas caseras no homologadas, se ha reabierto el debate sobre la eficacia de las mascarillas de tela. 

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha asegurado que las mascarillas de tela siguen siendo efectivas a la hora de frenar tanto los contagios de la Covid-19, como de sus nuevas variantes. Sin embargo, como ya hemos mencionado en nuestra última entrada en el blog, es de vital importancia poder diferenciar entre las mascarillas de tela caseras elaboradas con restos de manteles o cortinas, y las mascarillas de tela fabricadas en empresas textiles que han pagado miles de euros para asegurarse de que las mascarillas que comercializan son lo suficientemente seguras y cumplen con todas las regulaciones.

En este blog post queremos resolver todas vuestras dudas sobre las mascarillas de tela. También queremos darle el reconocimiento que se merecen a docenas de empresas textiles de todo el mundo. Al comienzo de la pandemia, los fabricantes de productos textiles a lo largo y ancho del planeta se volcaron por completo en la fabricación de mascarillas, uniformes médicos y equipos de protección, con el fin de proporcionar a personal sanitario, a enfermeros y al resto de la población  la protección necesaria para afrontar el virus. 

“Nos sentíamos responsables ya que teníamos el material necesario para fabricar estos productos de primera necesidad.” 

Sharon Melul

Regulaciones estrictas para las mascarillas de tela

Fabricar mascarillas caseras es una iniciativa preciosa y tiene un enorme valor simbólico. Sin embargo, desde un punto de vista sanitario, las mascarillas caseras con tela no homologada son inútiles y en muchos casos contraproducentes. Esto se debe, entre otras cosas, a que no tienen el nivel de filtración adecuado y las partículas atraviesan fácilmente el tejido. 

Ahora bien, hay mascarillas de tela que han sido fabricadas con material homologado, lo que significa que la tela ha sido sometida a estudios de eficacia de filtración de partículas y otras regulaciones. Estas sí que son válidas, y mucho. Os explicamos por qué.

1. Cumplen con la norma UNE 0065:2020

Esta norma define los requisitos mínimos que una mascarilla de tela tiene que cumplir para ofrecer la suficiente protección para el usuario en cuanto a los materiales que se utilizan para su diseño, su elaboración, su marcado y su uso. La UNE 0064:2020 pertenece a higiénicas desechables y la UNE 0065:2020, la que nos concierne a nosotros, pertenece a higiénicas reutilizables.

La normativa UNE 0065:2020 es la norma más estricta de toda la Unión Europea para certificar si una mascarilla de tela es válida. Además, esta norma asegura que su mascarilla tiene una eficacia de filtración bacteriana (EFB) igual o superior al 90 % y una respirabilidad inferior a 60 Pa/CM2. Es decir, esta norma asegura que las mascarillas no solo tienen una filtración adecuada sino que además se puede respirar con ellas sin dificultades.

2. Niveles de filtración 

Llegar al nivel de filtración de más de un 90%, exigido por la UNE 0065:2020, con una mascarilla de tela es muy complicado. Es más, el esfuerzo que se ha hecho desde la industria textil para llegar a este 90% es equiparable a intentar que un tablón de madera consiga la misma resistencia que uno de metal. Aún así, se ha conseguido. 

Para conseguir este nivel tan alto de filtración bacteriana, las mascarillas de tela tienen que aplicar un tratamiento hidrófugo al tejido. El tratamiento hidrófugo actúa como un escudo para evitar que las microgotas de saliva o bacterias atraviesan el tejido.  

Una vez el virus o bacteria entra en contacto con cualquier mascarilla, queda depositado en su superficie, gracias a su tratamiento hidrófugo. Al tocar la parte exterior de la mascarilla, podemos extender el virus con nuestra propia mano. Sin embargo, muchas empresas textiles han decidido dar un paso más y añadir una protección extra.

3. Tratamientos adicionales aplicados a la tela 

Muchas empresas textiles que se han dedicado a fabricar mascarillas, han conseguido incorporar un tratamiento a la tela, a parte del hidrófugo. Han tomado esta decisión pues solo con el tratamiento hidrófugo no se puede evitar totalmente la transmisión de bacterias. 

Las mascarillas textiles que han incorporado tratamientos adicionales, como el HeiQ Viroblock, son las únicas enfocadas específicamente a combatir el virus SARS-CoV-2, causante del Covid-19. En HISPANO TEX decidimos aplicar el tratamiento HeiQ Viroblock a nuestro tejido. De esta manera, conseguimos fabricar mascarillas capaces de inhibir el crecimiento de virus y bacterias.

Sin el tratamiento HeiQ Viroblock, los virus quedan depositados en la parte exterior de la mascarilla y al manipularla es posible contagiarse. Sin embargo, con la tecnología HeiQ Viroblock, el virus depositado en la parte exterior de la mascarilla es destruido en un tiempo récord de dos minutos. Este tratamiento textil consigue evitar la proliferación de virus y bacterias y evitar así el riesgo de contagio al manipular tu mascarilla.

¿Cómo sé si mi mascarilla de tela es segura? 

Tiene que estar homologada por la norma española UNE 0065:2020. Si cumple con esta norma, tu mascarilla no necesita un filtro pues el tejido ya garantiza una muy buena filtración bacteriana.

La tienda donde hayas adquirido tu mascarilla debe poder proporcionar los resultados de los tests de homologación. Si no se encuentran en su web, os recomendamos enviar un email solicitando la información.

Si adquieres una mascarilla casera, asegúrate que el tejido con el que ha sido fabricada está homologado y ha sido fabricado a dos capas.

El problema con el mal uso de las mascarillas FFP2 y las quirúrgicas

Las mascarillas FFP2 y las quirúrgicas tienen un nivel de filtración bacteriana más que óptimo. Sin embargo, al no tener tratamiento externo, los virus y bacterias quedan depositados en la superficie de la mascarilla. Las bacterias se van acumulando en la parte exterior y si usas la mascarilla más tiempo del recomendado, las bacterias acumuladas en la parte exterior pueden atravesar la mascarilla, que deja de actuar como escudo y se convierte en un colador de virus y bacterias. Por esta razón es muy importante no llevarla más de 4 u 8 horas respectivamente.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que es muy importante llevar la mascarilla bien ajustado a tu rostro. Cuanto más se ajusta la mascarilla a la cara, más protección ofrece. Si el nivel de filtración es del 100% pero te entra aire por los lados de la cara, no sirve de nada.

¿Esto qué significa? 

Las prohibiciones de las mascarillas de tela y el uso obligatorio de las FFP2 o las quirúrgicas puede ser contraproducente. ¿Cómo sabemos si una persona no ha llevado más de 4 horas la mascarilla? ¿Cómo sabemos que no la ha utilizado durante una semana consecutiva y ha dejado de cumplir su función? 

Muchos centros sanitarios españoles han empezado a prohibir la entrada a personas con mascarillas de tela ya que, a simple vista, no se puede distinguir si están o no homologadas. En nuestra opinión, se debería establecer una manera de reconocer a simple vista si una mascarilla está homologada. 

Muchas empresas familiares y pequeños comercios han invertido en fabricar mascarillas homologadas con tratamientos fruto de la investigación científica que logran proteger a sus usuarios eficazmente. Sin embargo, la bajada del IVA a las mascarillas quirúrgicas procedentes de otros países no se aplica a las de tela, aunque éstas garanticen mayor protección y contribuyan a la conservación del medio ambiente al evitar las toneladas de basura que implican las desechables.

Una reducción del IVA en las mascarillas de tela homologadas ayudaría a su uso extendido entre la población, evitando contagios y gran parte del gasto hospitalario. Que los ciudadanos se decanten por una mascarilla reutilizable y eficaz depende en gran medida de que su precio sea competitivo. Está ahora en manos del gobierno hacer efectiva esa bajada de impuestos a las mascarillas de tela homologadas: pondría al alcance de todos una tecnología puntera que puede salvar vidas y ahorrar en gasto público.