La explotación de las mujeres en la industria textil

Este mes de marzo está marcado por el 8M, por el día internacional de la mujer y la lucha por la igualdad de género. Creemos que es importante hablar de la situación de desigualdad que sufren las mujeres en la industria textil, especialmente en países en vías de desarrollo. Es necesario dar visibilidad a esas mujeres que llevan años trabajando en talleres clandestinos incorporados a la cadena de producción a través de acuerdos de subcontratación no autorizados. 

Primeras voces 

El Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, fue instaurado por la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) en 1975. Aunque existen varias teorías del origen de esta fecha, la explicación más verosímil se remonta al 25 de marzo de 1911, cuando se incendió la fábrica textil de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York y murieron un total de 123 mujeres. La gran mayoría de estas mujeres eran jóvenes inmigrantes italianas y judías, que trabajan largas horas por un mísero sueldo de 15 dólares semanales. 

Según el informe de los bomberos las empleadas estaban atrapadas en el interior ya que los responsables habían cerrado todas las salidas, una práctica habitual para evitar que se robase los pocos centavos de tela sobrante de los almacenes. Unas semanas más tarde se describio el establecimiento como “la clásica fábrica clandestina a un paso de la esclavitud, sin derechos ni representación laboral”. Las condiciones del edificio eran tan deterioradas que la escalera de incendios se rompió por el peso de las trabajadoras que intentaban huir desesperadamente. En definitiva, las causas de esta tragedia se deben a la explotación laboral y a condiciones de trabajo insalubres. 

A partir de ese suceso y unos años más tarde, el estado de Nueva York introdujo nuevas leyes que incluyeron controles de seguridad de edificios y restricciones sobre la mano de obra infantil, pues un gran porcentaje de las trabajadoras de la fábrica eran adolescentes. 

Desde entonces hemos progresado enormemente en el sector pero aún así, a pesar de haber pasado 100 años desde el incendio de Triangle Shirtwaist, aún queda mucho camino por recorrer.

Actualmente 

Desafortunadamente, hoy en día, las condiciones laborales de muchas mujeres de la industria textil no parecen haber cambiado en muchos países del mundo. Es más, hace tan solo 8 años se derrumbó la fábrica textil más grande de Bangladesh y murieron más de mil mujeres. Las autoridades advirtieron semanas atrás sobre la calidad pésima del edificio y la presencia de grietas en las paredes pero los jefes de la fábrica obligaron al personal a seguir acudiendo a sus puestos de trabajo. El motivo se repite: explotación laboral y condiciones de trabajo inaceptables. 

Actualmente hay una gran cantidad de talleres textiles clandestinos que utilizan mano de obra esclava para confeccionar sus productos. La mano de obra suelen ser niños y mujeres trabajando largas horas por muy poco dinero y con una falta de higiene notable. Estos niños y mujeres son los que fabrican la mayoría de la ropa que compramos en Europa. La camiseta con la etiqueta de “Made in Bangladesh” o “Made in Pakistan” que te ha costado 7 euros, está confeccionada por una mujer que cobra menos de un euro la hora. 

Las fábricas como la que se derrumbó en Bangladesh, donde los empleados reciben salarios miserables, siguen existiendo porque nosotros, con nuestra demanda, lo permitimos. 

Pasos hacia el cambio 

Cada vez que compramos una nueva prenda, estamos apostando por una marca. Por eso, saber quién hizo nuestra ropa y conocer lo que consumimos es muy importante, tanto para la industria textil como para empezar a revertir la situación femenina en el sector. 

Al comprar en un comercio local o nacional tenemos más garantías de una producción basada en el comercio justo y los salarios dignos, prácticas laborales dentro de la legalidad que sin duda van inextricablemente ligadas a la preservación del medio ambiente y el medio natural que nos rodea. 

Como parte de nuestro ADN, en HISPANO TEX tenemos como propósito ser cada vez más sostenibles. Somos conscientes de que la industria textil es la segunda más contaminante del mundo, después de la petrolera, y por esa razón llevamos 4 años fabricando tejido sostenible a partir de materiales reciclados, como botellas de plástico o prendas de algodón de segunda mano. 

Ser consciente y comprometido al escoger la procedencia sostenible y justa del producto que compramos es el primer paso para asegurar condiciones de trabajo dignas en toda la cadena de producción.

¿Cómo convertimos las botellas recicladas en tela? 

“Se recogen botellas de plástico recicladas- el plástico de las botellas se corta en pedacitos- Esos pedazos de plástico se derriten y se convierten en retales - de aquí obtenemos el hilo.”

¿Cómo convertimos algodón reciclado en tela? 

"Se recogen tejidos de algodón de segunda mano - el tejido se desgarra en jirones - una vez tenemos el tejido troceado obtenemos fibra de algodón -  de esa fibra se reconvierte en hilado de algodón reciclado.