De camino hacia la inmunidad, pero con la mascarilla siempre puesta

La vacuna más esperada del 2020 llegó a España el pasado 26 de diciembre gracias al esfuerzo y la dedicación de científicos y laboratorios de todo el mundo. La primera dosis de esta vacuna la recibió Araceli Rosalio, residente en el centro de mayores Los Olmos, de Guadalajara. Esta primera inyección marca el inicio de la campaña de vacunación frente a la Covid-19, pero aún quedan muchas dudas por resolver. 

En España una de las principales preguntas que se hace una gran parte de la población es hasta cuándo tendremos que llevar la mascarilla. El Real Decreto Ley 21/2020 del 9 de junio estableció la obligatoriedad del uso de las mascarillas para todas las personas mayores de seis años, tanto en espacios privados como públicos. La realidad es que aunque se empieza a ver la luz al final del túnel con la llegada de las vacunas Pfizer, el proceso de vacunación va a ser lento y no podemos bajar la guardia. 

De hecho, Sanidad ha advertido que la vida no volverá a la normalidad tan pronto y que es necesario seguir siendo responsables con el cumplimiento de las medidas preventivas: el uso de la mascarilla, el lavado frecuente de manos, la distancia interpersonal y la limitación de contactos sociales. 

Dosis de esperanza, sin bajar la guardia

Las vacunas han llegado en un momento crítico para España con casi dos millones de casos de coronavirus. Esta vacuna requiere dos inyecciones, con al menos 21 días de separación entre ambas dosis, para conseguir la inmunización frente al SARS-CoV-2. Los anticuerpos contra el virus aparecerán una semana después del segundo pinchazo, es decir, prácticamente un mes después de la primera vacuna. 

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha explicado que la vacuna funciona a través de la inmunidad colectiva, lo que significa que la inmensa mayoría de la población debe ser vacunada para evitar la propagación del virus. El objetivo es inmunizar a aproximadamente el 70% de la población, es decir a unos 33 millones de españoles.

La inmunidad colectiva es de vital importancia ya que las vacunas no suelen ser 100% efectivas y no están preparadas para que se suministren a niños, mujeres embarazadas o personas inmunodeprimidas. 

Aunque es difícil señalar una fecha con certeza, ya que aún quedan muchas dudas por resolver acerca de esta enfermedad, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha declarado que la previsión es que, hacia el verano, con agosto en el horizonte, podría estar vacunada alrededor de un 70% de la población. Hasta entonces, el uso de mascarillas no solo será obligatorio, sino también muy necesario. 

Camino hacia la inmunidad pero con la mascarilla puesta

Los especialistas de la OMS y de la ONU han advertido que, aunque la vacuna constituya una muy buena noticia, todavía es prematuro hablar del final de la enfermedad. De esta manera, Sanidad ha insistido que el uso de mascarillas es fundamental incluso tras haberse vacunado. 

Lamentablemente, solo podremos despedirnos de las mascarillas y las medidas de distanciamiento social tras haber logrado la ansiada inmunidad del grupo. Además, de acuerdo con la OMS, para que una mascarilla proteja adecuadamente debe cumplir con la normativa UNE 0065:2020 de mascarillas higiénicas y reutilizables y la europea CWA 17553:2020. 

Con la llegada de la vacuna contra la Covid-19 a España se ha abierto una brecha de optimismo. Ahora estamos más cerca que nunca de forjar una inmunidad colectiva frente al virus. Hasta entonces debemos seguir las medidas de seguridad a rajatabla para poder disfrutar de una desescalada segura.